Hoy, 5 de diciembre, se celebra en todo el mundo el «Día del voluntariado», instituido por las Naciones Unidas en el año 1.985, con este acto se quiere reconocer públicamente la enorme labor de miles de personas comprometidas y anónimas que hoy se hacen ver como un colectivo orgulloso de su labor, que contribuyen significativamente a la sociedad sin perder el ánimo en una meritoria acción de voluntariado. El reconocimiento de la sociedad a su trabajo en un día como éste significa un apoyo unánime a todas aquellas personas que día a día se empeñan en dar lo mejor de sí mismos, y de forma altruista, en campos de los más diversos y plurales.
El mundo del baloncesto de formación y participativo en Bizkaia no sólo no es una excepción en este campo, sino que ha demostrado en innumerables ocasiones ser referente en aspectos relacionados con el voluntariado, la solidaridad y la defensa de valores fundamentales tan escasos, desgraciadamente, en otros ámbitos sociales y de convivencia de nuestro entorno.
El programa Eskola Laguntzailea, que moviliza a más de 1.300 voluntarios que semanalmente ayudan a árbitrar los partidos de escolares, los cerca de 500 entrenadores y entrenadoras de baloncesto, los alrededor de 170 árbitros federados, o los inumerables directivos, padres, madres y tutores que cada semana regalan su tiempo, cada vez más escaso en una sociedad de alta velocidad, son ejemplos de trabajo y dedicación desinteresada, en este caso volcados en el deporte que nos une y entretiene. No puedo olvidarme de otros proyectos menos oficiales, pero si cabe más solidarios y comprometidos, como son el Proyecto BAKUVA (Baloncesto, Cultura y Valores), el Torneo Intercultural de Baloncesto (como medio de integración y convivencia de culturas diversas), o el programa Cuida tu cuerpo, cuida tu mente, que próximamente desarrollará a Federación Vizcaína de Baloncesto, en colaboración con la Federación Vasca y la Fundación Sociocultural de Baloncesto, dirigido a las mujeres víctimas de la violencia de género durante su estancia en las casas de acogida.
Los próximos años nos depararán en esta Federación, y en el baloncesto vizcaíno en su conjunto, otras actividades igualmente ilusionantes (por qué no una sede del Mundobasket 2014 cuya candidatura se está defendiendo hoy mismo en la ciudad de Ginebra) en las que podremos dar nuevas evidencias de compromiso y solidaridad desinteresadas, aunque sin descartar el desarrollo de estructuras más profesionalizadas necesarias en la consolidación y crecimiento de nuestra Federación. Es por esto que no podemos olvidar que la mejor manera de transmitir estos valores es con el ejemplo. De los que hoy estamos y somos vendrán las nuevas generaciones que tomarán el relevo y sin las cuales la maquinaria hoy bien engrasada dejaría de funcionar.
